En el ecosistema digital actual, las funciones de Social Media Manager (SMM) y Community Manager (CM) suelen confundirse, pero son posiciones distintas con contribuciones únicas al éxito de la marca. Ambas funciones atraen al público, pero lo hacen de maneras que se adaptan a diferentes aspectos del crecimiento y el compromiso de la marca. Para las empresas que navegan por este espacio, comprender cómo funciona cada función puede mejorar significativamente las estrategias de crecimiento, lealtad a la marca y satisfacción de los clientes.
El Gestor de redes sociales es el artífice de la imagen de marca en las plataformas sociales. Los SMM, responsables de planificar, crear y analizar el contenido en los canales de las redes sociales, son la fuerza impulsora de la presencia en línea y la coherencia de los mensajes de una marca.
Mientras tanto, el Gestor de la comunidad actúa como puente entre la marca y su audiencia. Los CM fomentan e involucran a las comunidades que van más allá de las simples interacciones con la marca, fomentando relaciones genuinas. Mientras que los SMM se centran en el contenido y el alcance, los CM se centran en crear una comunidad de marca leal.
En esencia, los administradores de redes sociales son estrategas. Sus responsabilidades incluyen:
La función del SMM consiste en mantener la coherencia y generar conciencia; se trata de mantener la marca presente y activa en todas las plataformas.
Los administradores de la comunidad cambian su enfoque de la transmisión de mensajes de marca a la creación de una comunidad de marca de apoyo. Aquí es donde se afianza la lealtad a largo plazo:
Mientras que las pymes hacen hincapié en el alcance y el crecimiento, las CM se centran en la profundidad, creando conexiones genuinas que fomenten la confianza en la marca.
Ambos roles requieren habilidades únicas que se adapten a sus distintas funciones:
A pesar de las distinciones claras, estas funciones están cada vez más entrelazadas a medida que las empresas reconocen el valor del alcance y la retención. Con la evolución de las tendencias de las redes sociales hacia el contenido interactivo y la comunicación directa, el enfoque de la SMM en el alcance ahora se superpone con el enfoque del CM en la conexión.
Por ejemplo, las plataformas centradas en la comunidad, como Discord o Reddit, requieren que los SMM interactúen directamente con comunidades específicas, mientras que los CM pueden crear contenido para mantener activas las conversaciones. Esta multifuncionalidad requiere que los SMM y los CM colaboren para garantizar la coherencia y la autenticidad.
La elección entre un Social Media Manager y un Community Manager depende de los objetivos de la marca. Si tu objetivo principal es aumentar la visibilidad de la marca, la experiencia de una pyme en estrategia de contenido y métricas será inestimable. Pero si la lealtad a la marca y una red de clientes que lo apoye son prioridades, el enfoque de creación de relaciones de un CM es ideal.
Para las marcas con los recursos, invertir en ambas funciones puede ofrecer una estrategia equilibrada que logre el crecimiento y la lealtad. En casos de recursos limitados, las empresas pueden optar por un rol híbrido. Sin embargo, esto requiere una gestión cuidadosa para evitar la sobrecarga de funciones y el agotamiento.
A medida que los espacios digitales evolucionan, las funciones de los administradores de redes sociales y los administradores de comunidades se adaptarán. El futuro apunta a un mundo en el que estas funciones pueden volverse más fluidas, ya que las marcas valoran cada vez más a los gerentes que pueden elaborar estrategias e interactuar directamente con el público. La automatización, la inteligencia artificial y el análisis de datos están configurando aún más estas funciones, ya que ofrecen herramientas para simplificar las tareas rutinarias y dejar espacio para iniciativas más estratégicas y creativas.
En esencia, los administradores de redes sociales y los administradores de comunidades aportan puntos fuertes únicos que, cuando se combinan, crean un enfoque integral para la construcción de la marca. Invertir en ambos o desarrollar una estrategia sólida para cualquiera de las funciones puede tener un impacto significativo en la presencia en línea de una marca, en la lealtad de los clientes y en el éxito general en el mercado digital.